
En esta era digital, la constante evolución de tendencias Web nos trae una cantidad de términos técnicos que, a pesar de ser usados con mucha frecuencia por diseñadores, empresarios y entusiastas del área, no terminan de ser completamente comprendidos. Quizás el ejemplo más emblemático de esto sean los conceptos de Interfaz de Usuario (UI) y la Experiencia de Usuario (UX).
Todo producto, servicio, marca, empresa y persona con una presencia digital (llámese portafolio, tienda online, landing page, aplicaciones móviles, etc.) tiene que ser capaz de comunicarse con la población en dos niveles:
- El nivel que fácilmente puede verse, compararse y expresar un mensaje claro, utilizando cualquier sistema de lenguaje visual y auditivo. De esto se encarga la Interfaz de Usuario (UI).
- El nivel que afecta directamente sentimientos para crear un recuerdo positivo, esto a su vez hace que el público se incline a tomar una acción específica. Cabe destacar que este nivel es completamente subjetivo y no tiene capacidad de comunicarse con un lenguaje. De esto se encarga la Experiencia de Usuario (UX).
Hablemos de UI
En el contexto de una página Web el Interfaz de Usuario (UI) es fácilmente identificable, basta con observar el diseño general del sitio, su presentación, los colores que se utilizan y los elementos que dispone el usuario para interactuar con el sistema. En sí, la interfaz es precisamente eso, el puente que une lo que una computadora o dispositivo necesita saber del usuario y lo que este último necesita manifestar, valiéndose de elementos como:
- Controles de entrada: botones, campos de texto, casillas de verificación, botones de radio, listas desplegables, cuadros de lista alterna, campo de fecha.
- Componentes de navegación: barra de menú, miga de pan (breadcrumb), barra de desplazamiento, campo de búsqueda, paginación, etiquetas, iconos.
- Componentes informativos: información sobre herramientas, iconos explicativos, barra de progreso, notificaciones, cuadros de mensaje, ventanas emergentes.
- Contenedores: acordeón.
A menudo, el trabajo de un diseñador de interfaces es uno de los más extensos y con las mayores correcciones. Esto se debe a que diseñar una interfaz perfecta se complica a medida que vas incluyendo grupos de usuarios a los que quieres abordar. Por ejemplo, en una plataforma como Pinterest o Instagram, los usuarios, jóvenes en su gran mayoría, no les interesa la lectura, por ende la interfaz debe acomodarse para darle prioridad a las imágenes (y toda acción relacionada con las imágenes como “me gusta”) y dejar los textos en su mínima expresión de manera que estos sean opcionales más no obligatorios.
Qué se espera de un Diseñador UI
Por su gran carga visual, un profesional Diseñador Interfaz de Usuario (UI) por lo general tendrá conocimientos o formación en cualquier área afín al Diseño Gráfico, incluso esto se extiende a carreras como Publicidad, Imagen de empresas y desarrolladores Front-End.
Entre sus responsabilidades encontramos:
- Analizar el público objetivo que el proyecto necesita abordar.
- Investigar las tendencias que en el pasado hayan probado ser adecuadas para dicho target y compararlas con las nuevas alternativas, sean estas experimentales o influenciadas por cómo se maneja el mercado actualmente.
- Diseñar elementos gráficos inspirados en el Branding que tenga la empresa. O, en su defecto, desarrollar dicho Branding desde cero.
- Trazar guías de usuario, las cuales aseguran una línea gráfica consistente sin importar el tiempo o el diseñador encargado de realizar el nuevo material de Branding.
- Esquematizar los prototipos UI que serán utilizados en el proyecto.
- Plantear que tipo de interactividad y animaciones complementarán el UI.
- Adaptar la interfaz final para todos los tamaños de pantalla de dispositivos (móviles, tabletas, ordenadores de escritorio, etc.)
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Hablemos de UX
¿Alguna vez te has preguntado porque prefieres una página Web en vez de otra, a pesar de tener básicamente las mismas características y un mismo fin? De seguro palabras como “Fácil de usar”, “seguro”, “agradable”, “moderno” y “dinámico” son algunas que te vienen a la mente para justificar tu decisión. Resulta que todas estas reacciones positivas fueron alcanzadas gracias a un proceso de Experiencia de Usuario (UX)
Tomando un contexto digital Web, el UX es un estudio detallado que se realiza al principio del proyecto y busca tener un conocimiento pleno del público objetivo al que va a abordar. En consecuencia, todo el contenido (textos, imágenes y sonidos) irán dirigidos específicamente para satisfacer las particularidades de dicha comunidad objetivo. De allí que la Experiencia de Usuario (UX) requiere, por naturaleza, un proceso de investigación, que se plantee preguntas clave como:
- ¿Qué acciones realizan en una página? (lectura, comunicación, disfrute, compra/venta, etc.)
- ¿Cuándo lo harán? (a qué horas o en qué períodos de tiempo)
- ¿Dónde será vista la página web? (dispositivos móviles, ordenadores de escritorio, TV, etc.)
- ¿Por qué están utilizando la página? (realidad social, necesidades económicas, culturales, etc.)
- ¿Cómo la están utilizando? (qué patrones de comportamiento son recurrentes)
- ¿Quién va a utilizarla? (sexo, edad, condición social, preferencias religiosas, etc.)
Qué se espera de un Diseñador UX
Desde que el término fue introducido por Don Norman, co-fundador de Nielsen Norman Group Design Consultancy a finales de los 90’s, la Experiencia de Usuario ha sido elevada para incluir todas y cada una de las posibles interacciones que podría tener un usuario con el producto o servicio. Esto incluye absolutamente todo lo que compramos o utilizamos a nivel físico (Investigación de Mercado) y digital (UX).
Debido a esto, se ha vuelto cada vez más complejo distinguir con precisión qué conocimientos o formación debería tener una persona para ser un Diseñador UX. A grandes rasgos, deberá saber manejar términos y herramientas que se encuentran en las áreas de Mercadeo, Gerencia de Proyectos, Diseño Gráfico, Estadísticas, Ingeniería Informática, Sociología y Ciencia Cognitiva.
Entre sus responsabilidades encontramos:
Estrategia de Contenido:
- Análisis de la competencia
- Análisis del cliente final
- La estructura del producto
- Estrategia comunicacional
- Desarrollo de contenidos
Maquetación y Prototipos
- Wireframe
- Prototipos
- Puesta en prueba de los prototipos
- Reiteración
Implementación
- Coordinación con los Diseñadores UI
- Coordinación con los Desarrolladores
- Seguimiento del comportamiento de usuarios una vez inaugurada la página Web
- Análisis de los resultados obtenidos hasta el momento
- Reiteración
Hablemos de ambas
Helga Moreno en su artículo The Gap Between UX and UI Desing comenta:
“Algo que se ve grandioso pero es difícil de utilizar es un ejemplo de buen UI y mal UX. Mientras que algo fácilmente usable pero con apariencia horrible es un ejemplo de gran UX y pésimo UI”
La interfaz de usuario es una parte importante, si no la de mayor importancia, de la UX y ambos deben estar estrechamente entrelazados; sin embargo, a pesar de ninguna ser realmente más importante que la otra, es crucial tomar en cuenta que UI no es UX.
Quizás el hecho que ambas tengan competencias aparentemente iguales en la práctica, hace que exista todavía una confusión entre estas disciplinas, hasta el punto de considerarlos sinónimos en una misma expresión. Debido a esto, no es extraño toparse con casos de empresas que a veces terminan contratando diseñadores UX atribuyéndoles responsabilidades de UI y viceversa. O con Diseñadores creando interfaces de alta calidad e inmediatamente asumiendo que la experiencia de usuario va a ser igual de positiva.
Existe mucho debate aun con respecto a estos términos y esperamos que este artículo haya podido aclarar un poco el panorama. En las siguientes entradas del blog ahondaremos acerca de: ¿Se puede ser un Diseñador UI y UX?
Por: Francisco Javier Mannuzza, Diseñador UI, Wiboo Media.
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