En la actualidad, el consumo a través de internet es cada vez más común. Los que antes se negaban a comprar de forma online, hoy lo toman como algo rutinario. Al principio, las tiendas online generaban un poco de temor. Dudas sobre el talle, el color, el envío, devoluciones y miedo a ser víctima de fraude, limitan el consumo online. Hoy todo cambió y el consumo a través de ecommerce se ha vuelto tan normal que hasta se realizan compras de productos alimenticios.
Es por esto que, si tienes un emprendimiento y vendes algún producto, seguramente se te ha cruzado armar una tienda online. Quizás piensas que es algo difícil. La realidad es que, aunque involucra algo de tiempo, armar una tienda online es sencillo si utilizas las herramientas adecuadas.
Si ya estás en ese camino, lo más probable es que sepas que tienes que adquirir un dominio web. Puedes adquirir uno o más dominios en los distintos proveedores que se encuentran en internet.
Es muy importante que tengas especial cuidado en la elección del dominio dado que cumple la función de ser tu dirección en el mundo online. El dominio forma parte de la URL y se compone de dos partes: el nombre de dominio y la extensión. El nombre de dominio es lo que continúa a “www.”. Es el término que se encuentra en el medio. Mientras que la extensión va al final, luego del nombre de dominio.
Dado que el dominio es muy relevante a nivel global e influye directamente en la confianza y la relación que los usuarios tengan con tu tienda, su elección no es sencilla. Es por esto que, antes de adquirirlo, debes saber qué tener en cuenta al elegir el nombre de dominio para tu tienda.
A continuación, te contamos algunas cosas que debes tener en cuenta.
#1 Tu marca, ten en cuenta la identidad de tu negocio
Tanto si tu negocio ya llevaba tiempo funcionando de forma física o si recién empiezas y lo harás de forma online, no puedes dejar de lado tu identidad de marca. Así como antes, el color de un local o la cartelería ocupaban un lugar en la marca, el dominio ahora forma parte del concepto total de tu web. Esto quiere decir que tu nombre de dominio debe estar relacionado con tu marca.
En muchas ocasiones, cuesta encontrar el dominio exacto. Pero, si buscas variaciones, que sean dentro del mismo concepto que tenías anteriormente. Lo primero que debes hacer es definir la identidad de tu marca, para poder encontrar la variación adecuada.
#2 El rubro en el que se desarrolla tu empresa
Este es un recurso muy utilizada, pero no por eso menos útil. Incluir en el nombre de dominio el rubro al cual te dedicas, puede ayudarte con el posicionamiento SEO y, a la vez, orientar a los usuarios sobre lo que van a encontrar cuando hagan clic en la URL.
Esto no quiere decir que tu nombre de dominio sea eternamente largo. Debes buscar el punto medio para brindar la información justa. Un ejemplo de esto sería, en el caso que vendas muebles, “mueblesmarca”.
#3 La pronunciación importa
Esto también debes tenerlo en cuenta cuando creas una marca. Si el nombre de dominio se compone de dos letras vocales y seis consonantes, estás en un problema.
Para que el nombre de dominio sea recordable para los usuarios (esto provocará que sea más fácil encontrarte y recomendarte), debes utilizar términos sencillos, cortos y de fácil pronunciación. En muchas ocasiones, por querer innovar, se usan dominios que son imposibles de pronunciar y más imposibles aún de recordar.
#4 Asegurate que tu nombre de dominio no sea igual al de la competencia
Una cosa es buscar información para saber lo que hace la competencia y en base a eso crear una identidad propia. Y otra muy distinta es copiar todo. De hecho, debes hacer todo lo contrario.
Tener un nombre de dominio similar al de la competencia puede hacer que, por un error de tipeo, los usuarios terminen en su sitio web. Debes diferenciarte mediante la investigación profunda de tu identidad de marca y, en base a eso, utilizar un dominio que sea distintivo.
#5 Busca una extensión que tenga relación
Sé que tenemos que hablar sobre el nombre de dominio, pero es necesario mencionar la extensión. Existen muchas extensiones de dominio, segmentadas según ubicación o rubro. Esto puede (y debe) ayudarte a completar la idea del nombre de dominio.
Por ejemplo, si te dedicas a la tecnología, puedes utilizar la extensión “.tech” y de esta forma no debes colocar el rubro dentro del nombre de dominio, dado que se ubica al final.
A la vez, también depende de la extensión la disponibilidad del nombre de dominio. Quizás no encuentras ese nombre con extensión “.com”, pero si lo encuentras con “.mx”.
Recuerda, lo más importante es que dediques tiempo a conocer tu marca a fondo. Esto te permitirá descubrir fácilmente cuál es el nombre de dominio adecuado. También debes considerar que, en algunas ocasiones, el dominio que deseas no estará disponible. Por eso debes tener en mente diversas opciones y posibilidades. Empieza lo antes posible, así nadie se queda con tu dominio soñado.